El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó este martes un decreto que aumenta al 50% los aranceles a las importaciones de acero y aluminio. La medida, que ya está en vigor, fue justificada por razones de seguridad nacional y llega justo cuando altos funcionarios se reúnen en París en el marco de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
Desde su regreso a la presidencia en enero, Trump ha reactivado su agenda proteccionista, imponiendo tarifas aduaneras que han provocado tensiones con socios estratégicos y desatado nuevas rondas de negociaciones bilaterales.
Una medida estratégica según la Casa Blanca
El texto del decreto sostiene que, aunque los aranceles previos ayudaron a estabilizar los precios del mercado interno, no fueron suficientes para garantizar la viabilidad a largo plazo de las industrias del acero y el aluminio.
“El aumento proporcionará un mayor apoyo a estas industrias y reducirá o eliminará la amenaza para la seguridad nacional que suponen las importaciones”, afirma el documento.
En 2024, Estados Unidos importó cerca de la mitad del acero y el aluminio que utilizó. Canadá es su principal proveedor de acero, seguido por Brasil y México. Argentina ocupa el sexto lugar en exportaciones de aluminio hacia el país.
La subida coincide con reunión clave en la OCDE
La entrada en vigor de los nuevos aranceles coincide con la agenda de la OCDE, donde este miércoles se reunirán el representante comercial estadounidense, Jamieson Greer, y el comisario europeo de Comercio, Maros Sefcovic.
También está programada una reunión del G7 con representantes comerciales de Canadá, Francia, Alemania, Italia, Japón, Reino Unido y Estados Unidos, en preparación para la cumbre de líderes del 15 al 17 de junio en Canadá.
Advertencias y reacción internacional
El 2 de abril, fecha que Trump denomina “Día de la liberación”, Estados Unidos impuso un arancel del 10% a casi todos sus socios comerciales y tarifas más severas a decenas de países, incluida la Unión Europea y China. Esas medidas, suspendidas por 90 días, dejarán de estar en pausa el próximo 9 de julio.
La Casa Blanca ya notificó a sus aliados comerciales sobre el vencimiento del plazo. Mientras tanto, Europa evalúa cómo responder. “Debemos alcanzar soluciones negociadas lo antes posible, porque el tiempo se agota”, advirtió la ministra de Economía alemana, Katherina Reiche.
Impacto global y tensiones con China
La OCDE, que agrupa a 38 países, redujo su proyección de crecimiento económico mundial a 2,9%, frente al 3,1% previsto en marzo, debido en parte a la incertidumbre generada por los aranceles estadounidenses.
A esto se suman las tensiones con China. Trump acusó la semana pasada a Pekín de no cumplir el acuerdo de desescalada comercial firmado en mayo en Ginebra, lo que abre la puerta a una posible reactivación de la guerra arancelaria.
Fuente: Tal Cual
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