En un contexto marcado por la crisis de la economía y energética en Ecuador, el gobierno de Daniel Noboa, a través de declaraciones del director del Servicio de Rentas Internas (SRI), Damián Larco, ha afirmado que la economía ecuatoriana se está recuperando, con un crecimiento sostenido de las ventas en el segundo semestre de 2024. Sin embargo, este optimismo choca con los datos y la realidad de un mercado interno golpeado por la falta de empleo, las dificultades para generar ingresos y el impacto de apagones prolongados. En este artículo, se presentará un análisis crítico sobre el discurso gubernamental y su relación con la situación económica real del país.
El discurso oficial sobre la recuperación de la economía
Según Damián Larco, el Ecuador está en una fase de recuperación económica. Durante una entrevista en Teleamazonas, el director del SRI aseguró que las ventas de la economía ecuatoriana han mostrado un crecimiento constante, con un incremento del 5% en las ventas de octubre y un fuerte desempeño durante el Black Friday, con aumentos de hasta el 46%. Además, el gobierno destacó que las exportaciones han tenido un comportamiento positivo y que la recaudación de impuestos ha aumentado en un 14%, lo que se interpreta como una muestra de la buena salud económica del país.
A pesar de estos informes positivos, es importante considerar los datos previos a estos incrementos. Según un análisis publicado por LA HORA, entre enero y septiembre de 2024, la economía ecuatoriana ya había experimentado una caída en las ventas de alrededor de $2.000 millones respecto al mismo periodo de 2023. En particular, en los meses de mayo y junio de 2024, las ventas registraron descensos significativos del -2,2% y -11,1% respectivamente. Estos datos sugieren que la recuperación de la economía es una tendencia reciente y no necesariamente una mejora sostenida a largo plazo.
La paradoja de las exportaciones frente a la economía interna
Uno de los puntos clave que el gobierno destaca para justificar el crecimiento económico es el aumento de las exportaciones, particularmente en sectores como el petróleo, el cacao, la pesca y las frutas. Según el economista Alberto Acosta Burneo, mientras que el sector externo muestra signos de crecimiento, el mercado interno se encuentra en una situación muy diferente. Las ventas internas, de acuerdo con los datos, cayeron un -0,4% entre enero y septiembre de 2024, lo que refleja una contracción económica significativa en el consumo local.
A pesar de los esfuerzos por incentivar el mercado interno, la situación del empleo y los ingresos no parece mejorar. El último informe del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC) revela que para octubre de 2024, la mitad de los trabajadores en el país ganaban menos de $392 al mes, lo que refleja una creciente precariedad laboral. Además, más de 5,5 millones de ecuatorianos se encuentran en situación de informalidad o desempleo, lo que pone en duda la afirmación de que la economía está experimentando una recuperación robusta.
Impacto de los apagones y crisis energética
El contexto de apagones prolongados en el país es otro factor que ha agravado la situación económica, especialmente en el sector empresarial. En septiembre de 2024, los apagones que llegaron a durar hasta 14 horas diarias afectaron gravemente la productividad en diversos sectores. Los datos revelan que seis de cada diez hogares ecuatorianos tuvieron que reducir su consumo de productos básicos como alimentos, bebidas y lácteos debido a la escasez de energía y la incertidumbre económica.
El análisis de los efectos de los apagones sobre la recaudación de impuestos también revela que, a pesar de un crecimiento nominal en la recaudación del IVA, la crisis energética y económica ha afectado la capacidad del Estado para alcanzar sus metas fiscales. El abogado tributario Napoleón Santamaría señaló que el país recaudó $340 millones menos de lo esperado debido a la crisis energética, un hecho que contradice las declaraciones optimistas del gobierno sobre el cumplimiento de las metas de recaudación.
El sector empresarial y la resiliencia ante la crisis
A pesar de las dificultades, el sector empresarial ha mostrado una notable resiliencia, como lo señala Miguel Ángel González, presidente de la Cámara de Comercio de Guayaquil. Sin embargo, este sector también se enfrenta a desafíos serios, pues la disminución de ventas y la falta de certezas económicas continúan afectando su desempeño. De acuerdo con datos de la Cámara de Comercio, las ventas locales cayeron un -1,4% entre enero y septiembre de 2024, con un descenso aún mayor en productos gravados con IVA, que cayó un -3,8%.
González subraya que, si bien la resiliencia empresarial ha impedido una caída aún mayor, las expectativas para el cierre del año son pesimistas, con una previsión de cierre negativo para las ventas de 2024. Esta realidad parece contradecir el discurso del gobierno, que habla de crecimiento y recuperación.
La situación de las devoluciones fiscales y la deuda pendiente
Un aspecto que ha generado controversia es la demora en las devoluciones de impuestos, a pesar de la supuesta bonanza en la recaudación. Según Damián Larco, si bien el gobierno ha logrado reducir la deuda pendiente por devolución de IVA, aún persisten retrasos en los pagos a contribuyentes, especialmente en lo que respecta a la devolución del impuesto a la renta. Este retraso afecta directamente a las empresas y ciudadanos que, a pesar de haber cumplido con sus obligaciones fiscales, no reciben a tiempo los pagos que les corresponden.
El discurso del gobierno de Daniel Noboa sobre la recuperación económica y el crecimiento sostenido de las ventas debe ser interpretado con cautela. Si bien es cierto que las exportaciones han tenido un buen desempeño y que ha habido un repunte en algunos sectores, la realidad del mercado interno es mucho más preocupante. La caída en las ventas, la precarización del empleo, la crisis energética y la falta de certeza sobre las devoluciones fiscales pintan un panorama económico complejo que dista de la imagen optimista presentada por el gobierno. Por lo tanto, aunque algunos sectores de la economía puedan estar experimentando un crecimiento, la recuperación general de Ecuador sigue siendo incierta y sujeta a las condiciones internas y externas que afectan al país.
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