El Gobierno ecuatoriano ha implementado un programa de bombardeo de nubes como medida para enfrentar la escasez de lluvias y la crisis energética que afecta al país. A pesar de la incertidumbre sobre el fin de los apagones, esta iniciativa busca estimular la precipitación y aumentar los niveles de agua en los embalses.
Incertidumbre sobre el fin de los apagones
El ministro de Energía encargado, Roberto Luque, ha reconocido que aún no hay certeza sobre cuándo terminarán los racionamientos eléctricos. La situación está condicionada por factores climáticos y la variabilidad en la demanda de energía.
Ajustes en los horarios de cortes de luz
El Operador Nacional de Electricidad (Cenace) se ve obligado a ajustar diariamente los horarios de los cortes de luz para adaptarse a las circunstancias cambiantes, como las condiciones hidráulicas y la demanda energética fluctuante.
El Bombardeo de nubes mejora en las condiciones hidrológicas
El embalse de Mazar ha experimentado un aumento significativo en su nivel, lo que ha permitido reducir los cortes de energía en algunas zonas del país. Este incremento en los embalses contribuye a disminuir las suspensiones eléctricas a nivel nacional.
Bombardeo de nubes: Acciones inmediatas para enfrentar la crisis
El Gobierno ha priorizado recursos para la instalación de nuevas unidades de generación en áreas estratégicas, como Quevedo y Santo Domingo. Además, se promueven campañas de corresponsabilidad que involucran al sector privado y a la ciudadanía en general.
Monitoreo constante de la situación hidrológica
Profesionales del Ministerio de Energía, en colaboración con técnicos de empresas eléctricas, realizan un monitoreo diario de los niveles de los caudales de los ríos para garantizar un suministro estable de energía eléctrica.
Esta combinación de medidas busca mitigar los efectos de la crisis energética en Ecuador y garantizar un suministro eléctrico adecuado para la población.
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