La Agencia Nacional de Regulación, Control y Vigilancia Sanitaria (Arcsa) realizó un contundente operativo este lunes 7 de abril de 2025 en el sur de Guayaquil, como parte de una investigación ante la denuncia formal —de origen reservado— que alertaba sobre un supuesto robo masivo de medicamentos. La acción de control permitió desarticular una posible red de almacenamiento y comercialización ilegal de fármacos en la ciudad.
Descubrimiento de una bodega secreta
Durante una serie de inspecciones a varias farmacias y establecimientos, los técnicos de Arcsa descubrieron una bodega oculta que contenía una alarmante cantidad de medicamentos cuya procedencia no podía ser comprobada. Según el informe preliminar, se encontraron más de 11.800 unidades de probióticos y 17.000 etiquetas que se habrían destinado a la falsificación de medicamentos.
Las autoridades señalaron que las etiquetas falsificadas representan una grave amenaza, pues podrían haber sido empleadas para disfrazar productos sin registro sanitario o en mal estado, haciéndolos pasar como legítimos. Este hallazgo constituye una infracción crítica a la salud pública.
Clausuran farmacias cercana también involucrada
En una farmacia próxima a la que albergaba la bodega, se identificaron otros productos farmacéuticos cuya trazabilidad también era cuestionable. Este hecho levantó sospechas sobre una red de distribución ilegal más extensa, posiblemente vinculada con el contrabando y comercialización de productos robados.
Intervención policial y detenciones
Con base en la evidencia recogida, Arcsa solicitó la intervención inmediata de la Policía Judicial. Los agentes que acudieron al sitio confirmaron las irregularidades, procediendo con la detención de los presuntos responsables del almacenamiento y distribución de los productos ilegales. La investigación está ahora en manos de las autoridades judiciales para determinar la magnitud del caso y posibles ramificaciones.
Clausuran farmacias temporal y medidas cautelares
Como parte de las medidas aplicadas, Arcsa ordenó la clausura temporal de las farmacias involucradas, mientras se verifica la documentación que respalde la legalidad de los productos decomisados. Los propietarios deberán presentar pruebas que justifiquen la procedencia de los medicamentos y demostrar que cumplen con las normativas sanitarias vigentes.
Riesgo para la salud pública
El caso vuelve a encender las alarmas sobre el riesgo que representa el comercio informal de medicamentos, una problemática que pone en peligro la salud y la vida de miles de ciudadanos. Arcsa ha reiterado su compromiso con el control sanitario y exhorta a la ciudadanía a denunciar cualquier irregularidad relacionada con el expendio de productos farmacéuticos.
Fuente: Vistazo
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