El PSC respalda a ADN para presidir la próxima Asamblea, argumentando que se trata de una acción coherente con el resultado de las elecciones. Esta posición ha sido confirmada por el presidente del Partido Social Cristiano y asambleísta electo, Alfredo Serrano, quien enfatizó que el oficialismo tiene el “legítimo derecho” de encabezar el Legislativo.
Legitimidad democrática y respeto a la voluntad popular
De acuerdo con Serrano, el PSC respalda a ADN para presidir la próxima Asamblea no por afinidad ideológica, sino como un gesto institucional de respeto a la democracia. “El país no está para medir fuerzas ni para la confrontación”, explicó, remarcando que la coyuntura exige colaboración. Enfatizó que este respaldo no implica un cheque en blanco, ni convierte al PSC en parte del oficialismo. Más bien, se trata de una postura pragmática ante una Asamblea fragmentada.
Papel estratégico del PSC en la nueva Legislatura
Aunque reconoció que el Partido Social Cristiano no contará con una bancada numerosa, Serrano sostuvo que el PSC respalda a ADN para presidir la próxima Asamblea como parte de una visión de gobernabilidad. En sus palabras, “sabemos que en algún momento nuestros votos van a jugar un rol importante”, anticipando una participación selectiva, pero decisiva, en los procesos legislativos.
Perfil presidencial y nombres en discusión
En este contexto, el oficialismo ha propuesto a Annabella Azín como su principal opción para liderar el Legislativo. Esta elección aún no ha sido comentada específicamente por el PSC, aunque el PSC respalda a ADN para presidir la próxima Asamblea independientemente del nombre. Paralelamente, dentro del movimiento ADN se manejan otras figuras como Diana Jácome y Niels Olsen, evidenciando que aún no hay una decisión definitiva.
Consenso como eje del liderazgo legislativo
Finalmente, los legisladores electos del oficialismo han manifestado que buscan un perfil que genere consensos. En consecuencia, el PSC respalda a ADN para presidir la próxima Asamblea como parte de una estrategia de estabilidad política y funcionalidad legislativa. La instalación de la nueva Asamblea en mayo marcará el inicio de una etapa donde el diálogo será fundamental para enfrentar los desafíos del país.
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