La labor de los guías penitenciarios en Ecuador se ve constantemente amenazada debido a la falta de equipamiento y seguridad en el ejercicio de sus funciones. La reciente fuga de un reo en Quito, donde una servidora resultó gravemente herida, ha vuelto a poner de manifiesto esta preocupante situación.
El incidente en la cárcel El Inca
El pasado lunes, durante el traslado de tres presos desde la cárcel El Inca hasta el hospital Pablo Arturo Suárez, una emboscada dejó como saldo a una guía penitenciaria y a una funcionaria del SNAI heridas por disparos. A pesar de los esfuerzos de los agentes, uno de los reclusos logró escapar, mientras que los otros dos fueron detenidos.
Desprotección y desamparo de los guías penitenciarios
La Asociación de Agentes Penitenciarios del Ecuador ha denunciado en reiteradas ocasiones la falta de garantías para ejercer su labor. Según ellos, carecen de armas y sus chalecos antibalas están caducados. Esto deja expuestos a situaciones de riesgo como la que se vivió en el traslado mencionado. El abogado del gremio, Paúl Sánchez, enfatizó que estas condiciones críticas de seguridad ponen en peligro la integridad de los servidores penitenciarios.
Ausencia de respuesta de las autoridades
A pesar de las denuncias y la gravedad de la situación, las autoridades competentes no han tomado medidas efectivas para garantizar la seguridad y protección de los guías penitenciarios. Edgar Quintas, miembro de la Asociación, lamenta la falta de respuesta por parte de las autoridades y resalta la falta de equipamiento básico, como armas, sustancias irritantes o esposas, con las que deben realizar su trabajo diariamente.
Exigencia de mejoras en las condiciones laborales
El gremio reclama una acción inmediata por parte del Estado para dotar de los recursos necesarios a los agentes penitenciarios y garantizar así su seguridad y la eficacia de su labor. La falta de respuesta y acción por parte de las autoridades competentes es vista como una negligencia. Situación que pone en riesgo la vida de los servidores penitenciarios, quienes enfrentan constantes amenazas y riesgos en el cumplimiento de sus funciones. Con aproximadamente 2,800 servidores penitenciarios en Ecuador, es fundamental que se tomen medidas urgentes para mejorar sus condiciones laborales y garantizar su seguridad.
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