El Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) enfrenta un escenario crítico debido a un creciente déficit en el Fondo de Pensiones, según un reciente estudio actuarial. Este informe propone un incremento gradual en la tasa de aporte para asegurar la sostenibilidad futura del sistema, aunque las autoridades actuales han descartado la posibilidad de implementar estos cambios de inmediato.
El deterioro del Fondo de Pensiones
El estudio actuarial, elaborado por la Dirección Actuarial del IESS y auditado por la firma Risko Actuarios, revela que el Fondo de Pensiones, que sostiene los pagos a jubilados actuales y futuros, enfrenta un significativo deterioro financiero. Con un desfase de cuatro años en la información auditada, el estudio muestra un alarmante déficit actuarial de USD 7.324 millones proyectado para el año 2060, tomando en cuenta el aporte legal del 40% por parte del Estado. Esta cifra representa un aumento considerable frente al déficit estimado de USD 4.551 millones en 2018.
Causas del déficit
El actuario Rodrigo Ibarra identifica tres causas principales del agravamiento del déficit: la falta de cumplimiento del Estado en el pago oportuno de su contribución, el incremento en el número de jubilados, y la insuficiencia de nuevos afiliados debido a factores como el desempleo y la pandemia del Covid-19. La situación se vuelve más crítica si se considera que el Estado ha reducido su contribución al 31% en lugar del 40% establecido, lo que elevaría el déficit proyectado a USD 21.103,8 millones.
Impacto catastrófico sin aportes estatales
En un escenario hipotético en el que el Estado dejara de transferir su contribución al IESS, la situación sería catastrófica. Según el estudio actuarial, el déficit alcanzaría los USD 70.899 millones en 2060, lo que representaría el 57% del Producto Interno Bruto (PIB) del Ecuador, una cifra prácticamente impagable. Este déficit superaría en 70 veces el presupuesto del IESS para el año 2024.
Ingresos y gastos proyectados
El informe señala que las proyecciones de ingresos y gastos del Fondo de Pensiones no se están cumpliendo. Para el año 2024, se esperaban ingresos por USD 3.574 millones, pero se prevé que sean de solo USD 3.281 millones. Los gastos en pensiones, por su parte, se estimaban en USD 5.521 millones, pero alcanzarán los USD 6.577 millones, evidenciando un desajuste de casi USD 1.000 millones.
Propuestas del estudio actuarial
Ante este escenario, el estudio actuarial propone un incremento gradual en la tasa de aporte de los afiliados y jubilados, actualmente fijada en el 11,06% del salario. La propuesta contempla un aumento progresivo hasta alcanzar el 13,51% en 2060. Este ajuste se implementaría de forma escalonada, con revisiones cada cinco años para evitar un impacto abrupto en los contribuyentes.
Incentivos para retrasar la jubilación
Otra sugerencia clave es implementar incentivos para que los afiliados se jubilen a partir de los 65 años, en lugar de los 60, como lo establece la normativa actual. Estos incentivos podrían incluir pensiones más altas, reducción de impuestos y descuentos en servicios básicos. Según los analistas, esta medida ayudaría a aliviar la presión sobre el fondo de pensiones al retrasar el número de jubilados que ingresan al sistema.
Respuesta del IESS y falta de reformas inmediatas
A pesar de las recomendaciones del estudio, el presidente del Consejo Directivo del IESS, Eduardo Peña, afirmó que no se contempla un aumento de la tasa de aporte ni la modificación de la edad de jubilación en el corto plazo. Peña anunció que cualquier reforma estructural quedará en manos del próximo gobierno, que deberá enfrentar las urgencias del sistema de pensiones. Mientras tanto, el IESS sigue cumpliendo con los pagos a los 650.000 pensionistas actuales, aunque con una evidente descapitalización de los fondos.
Riesgo de postergar las reformas
El actuario Rodrigo Ibarra advierte que la demora en la implementación de medidas correctivas podría generar mayores costos para los afiliados y empleadores en el futuro. El sistema enfrenta una descapitalización sostenida, que ya fue advertida en 2017, y si no se toman acciones prontas, el déficit continuará creciendo exponencialmente, afectando la estabilidad financiera del IESS y la seguridad de millones de jubilados.
El estudio actuarial pone en evidencia la urgente necesidad de reformas estructurales en el sistema de pensiones del IESS. A pesar de la gravedad del escenario, las autoridades han decidido postergar las decisiones sobre un posible aumento de la tasa de aporte o la modificación de la edad de jubilación. El futuro del fondo de pensiones depende de la voluntad política y de la capacidad del Estado para cumplir con sus compromisos financieros, mientras miles de jubilados dependen de un sistema que está al borde de la crisis.
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