En los próximos días, la ciudad de Quito completará su flota de trolebuses eléctricos, sumando un total de 60 unidades de transporte público que serán operadas en la capital. La llegada de estos nuevos trolebuses refuerza el compromiso del Municipio de Quito con la modernización y sostenibilidad del sistema de transporte, alineándose con la tendencia global de adoptar vehículos eléctricos para reducir la huella de carbono y mejorar la calidad del aire en la ciudad.
El arribo de los trolebuses eléctricos
La Empresa de Pasajeros de Quito (EP-PQ) anunció en la madrugada del 6 de febrero de 2025 la llegada de 59 trolebuses eléctricos a la ciudad portuaria de Manta, luego de cumplir con los procesos aduaneros correspondientes. Estas unidades, que se suman a la primera ya instalada en Quito, serán transportadas hacia la capital en los próximos días. Esta entrega forma parte de un contrato con la empresa china Yutong, que suministró un total de 60 unidades eléctricas para Quito.
Características y beneficios de los nuevos trolebuses
Los nuevos trolebuses eléctricos tienen una longitud de 18.42 metros, lo que les permite transportar hasta 160 pasajeros, con 32 asientos disponibles. Además, están equipados con un espacio para sillas de ruedas, lo que garantiza un acceso más inclusivo al sistema de transporte público. Cada unidad cuenta con tres puertas a lo largo de su estructura, facilitando la entrada y salida de los pasajeros en las paradas.
Uno de los aspectos más destacables de estas unidades es su autonomía de 75 kilómetros, lo que les permite operar de manera eficiente incluso en caso de cortes de energía. Esta capacidad es especialmente relevante en Quito, donde el servicio eléctrico puede presentar intermitencias. Con esta autonomía, los trolebuses pueden recorrer hasta tres veces el tramo entre El Recreo y El Labrador sin necesidad de recargar.
El contrato con Yutong y la inversión del Municipio
La adquisición de los 60 trolebuses eléctricos es parte de un contrato por un valor de 35,3 millones de dólares que el Cabildo de Quito firmó con la empresa china Yutong. Este contrato se enmarca dentro de los esfuerzos de la administración municipal para renovar y modernizar el sistema de transporte público de la ciudad, que enfrenta crecientes desafíos en términos de tráfico, contaminación y calidad del servicio.
El gerente de la Empresa de Pasajeros de Quito, Xavier Vásquez, destacó que el número inicial de unidades previstas para la compra era de 50, pero gracias a la asesoría de la Oficina de las Naciones Unidas de Servicios para Proyectos (UNOPS), el Municipio logró un ahorro significativo en el proceso de adquisición, lo que permitió la compra de 10 unidades adicionales. Esta inversión adicional de 3 millones de dólares resultó en una flota de 60 trolebuses eléctricos, que ahora se suman al esfuerzo por mejorar el transporte público en Quito.
Impacto ambiental y la transición hacia un transporte más sostenible
La incorporación de los trolebuses eléctricos tiene un impacto directo en la calidad del aire en Quito, una ciudad que, como muchas otras en América Latina, enfrenta niveles elevados de contaminación debido a la congestión vehicular. Los trolebuses eléctricos son una solución ecológica que no emite gases contaminantes, lo que contribuye a reducir la huella de carbono de la ciudad y promueve una mayor sostenibilidad en el transporte urbano.
Además, la apuesta por los vehículos eléctricos refleja una tendencia global en la que muchas ciudades buscan renovar sus flotas de transporte público para adaptarse a las nuevas tecnologías y a las exigencias medioambientales internacionales. Este tipo de iniciativas también está alineado con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas, en especial con aquellos enfocados en la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero y la mejora de la movilidad urbana.
Retos y desafíos para la implementación de los trolebuses
A pesar de los avances, la implementación de los nuevos trolebuses eléctricos no está exenta de desafíos. Quito deberá adaptarse a las necesidades de infraestructura que requiere el funcionamiento de estos vehículos, como la instalación de estaciones de carga rápidas y la mejora de las rutas por donde circularán los trolebuses. La administración municipal deberá trabajar en conjunto con otras instituciones para garantizar que el sistema eléctrico y las rutas del transporte público se encuentren adecuadamente preparadas para recibir a las nuevas unidades.
Además, la transición a un sistema de transporte completamente eléctrico también implica un cambio en la mentalidad de los ciudadanos, quienes deben adaptarse a un nuevo tipo de transporte público. Para ello, se prevé un proceso de socialización y capacitación, tanto para los usuarios como para los conductores, con el fin de asegurar que la operación de los trolebuses sea eficiente y segura.
Un paso hacia el futuro del transporte en Quito
La llegada de los 59 trolebuses eléctricos es solo un paso más en la estrategia de Quito para transformar su sistema de transporte público en uno más moderno, eficiente y ecológico. Con la flota completa de 60 unidades, la ciudad dará un importante salto hacia la sostenibilidad, mejorando la calidad del transporte y reduciendo su impacto ambiental. Este es un ejemplo claro de cómo las decisiones estratégicas del Municipio de Quito están encaminadas hacia un futuro más limpio y eficiente, en línea con las tendencias internacionales en movilidad urbana.
El desafío ahora será consolidar estos avances, superar los obstáculos que surjan durante la implementación y continuar promoviendo soluciones innovadoras para mejorar el transporte y la calidad de vida de los quiteños.
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