El presidente de venezuela, Nicolás Maduro, anunció la creación de una comisión destinada a reformar la Constitución de 1999, impulsada en su momento por el fallecido Hugo Chávez. Este anuncio, realizado durante su rendición de cuentas ante el Parlamento, busca establecer las bases para la construcción de un “nuevo Estado”, ampliando la democracia y redefiniendo el perfil cultural, institucional y económico de la nación.
Un nuevo Estado para Venezuela
Según Maduro, esta reforma constitucional tiene como objetivo primordial la creación de un Estado que se adapte a las necesidades actuales del país, promoviendo una economía autosustentable y diversificada que reduzca la dependencia de recursos tradicionales. Sin entrar en detalles específicos sobre las modificaciones que plantea, el mandatario destacó que la nueva Constitución permitirá “definir con claridad el perfil de la sociedad” desde una perspectiva cultural e institucional.
“Es una gran y poderosa reforma de la Constitución para ampliar la democracia y construir un nuevo modelo social y económico para Venezuela”, afirmó el presidente. Además, aseguró que los cambios serán sometidos a referendo, aunque no precisó una fecha concreta para dicho proceso.
La comisión y sus integrantes
La comisión encargada de liderar la reforma estará presidida por el fiscal general, Tarek William Saab, quien fue partícipe en la redacción de la Constitución de 1999. También la conforman figuras de alto perfil en el gobierno, como la vicepresidenta Delcy Rodríguez y la primera dama, Cilia Flores, quienes integrarán un secretariado.
El anuncio de esta comisión se produce en un contexto de crecientes cuestionamientos internacionales hacia el gobierno de Maduro, cuya reelección en 2024 fue desconocida por la oposición, Estados Unidos, la Unión Europea y varios países de la región.
La sombra de la “nicaragüización” y nuevas leyes restrictivas
El anuncio de la reforma constitucional ocurre poco después de la aprobación de un paquete de leyes que, según analistas y expertos, han restringido libertades fundamentales en Venezuela. Entre estas normas, se destacan aquellas que refuerzan el control estatal sobre los medios de comunicación y las organizaciones no gubernamentales, provocando comparaciones con la política de control absoluto implementada en Nicaragua.
La oposición considera que estas reformas buscan consolidar un sistema de gobierno comunal que podría debilitar el poder de los gobernadores y alcaldes electos democráticamente, otorgando mayor control a las comunas chavistas.
El sistema comunal como eje del nuevo gobierno
Maduro ha insistido en la creación de un “sistema de gobierno comunal” como uno de los pilares de su mandato para el periodo 2025-2031. Según sus declaraciones, este sistema permitirá “caminar y gobernar con el pueblo”, impulsando recursos directos a las comunas para proyectos comunitarios.
Estas organizaciones civiles, promovidas por el chavismo, han tenido un papel clave en la distribución de alimentos subsidiados y en la movilización de votantes. Sin embargo, la oposición y diversos analistas sostienen que este sistema busca reducir la autonomía de los gobiernos locales y centralizar aún más el poder en manos del Ejecutivo.
Antecedentes de reformas constitucionales
Esta no es la primera vez que Nicolás Maduro intenta modificar la Constitución. En 2017, convocó a la elección de una Asamblea Constituyente con poderes absolutos, la cual asumió las funciones del Parlamento, en ese momento controlado por la oposición. Aunque dicha Asamblea adelantó las elecciones presidenciales, no logró reformar el texto constitucional.
La nueva propuesta de reforma, en contraste, se presenta como una oportunidad para redefinir el futuro del país, según el discurso oficialista. No obstante, para la oposición y la comunidad internacional, representa un nuevo intento de perpetuación en el poder y de limitación de las libertades democráticas.
Impacto y perspectivas
El anuncio de Maduro ha generado reacciones divididas dentro y fuera de Venezuela. Mientras sus seguidores ven en esta reforma una oportunidad para consolidar el proyecto chavista, sus críticos temen que sea un mecanismo para afianzar un modelo autoritario que dificulte aún más la recuperación democrática del país.
Con la promesa de un referendo y una reforma inclusiva, queda por ver cómo esta propuesta será recibida por los ciudadanos y qué impacto tendrá en el complejo panorama político y social de Venezuela. La comunidad internacional, por su parte, seguirá atenta a los acontecimientos, considerando la influencia que este proceso puede tener en la región.
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