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Noboa delega la jefatura de Estado a vicepresidenta interina en plena campaña electoral

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El presidente de Ecuador, Daniel Noboa. Anunció el 7 de enero de 2025 que delegará temporalmente la Presidencia del país a la vicepresidenta interina, Cynthia Gellibert, desde el jueves 9 de enero hasta el domingo 12 de enero. Esta medida fue tomada en un contexto de creciente tensión política y en pleno proceso electoral en el que Noboa busca la reelección. La decisión ha generado un intenso debate sobre su legitimidad y las implicaciones constitucionales. Especialmente debido a la disputa de poder que mantiene con su actual vicepresidenta electa, Verónica Abad.

Noboa

El Decreto Ejecutivo y la Justificación de Noboa

El anuncio fue formalizado mediante un decreto ejecutivo que justifica la delegación del cargo por una “circunstancia de fuerza mayor”. Esta medida está vinculada a la necesidad de Noboa de participar en actividades proselitistas durante su campaña. Sin que sus actos sean interpretados como un uso indebido de recursos públicos. Además, se hace referencia a reformas en la ley electoral, que están bajo discusión, y a la separación de las funciones oficiales de las actividades políticas.

La decisión de delegar temporalmente la Presidencia a Gellibert coincide con un proceso electoral tenso. Que ha exacerbado las diferencias internas en el Gobierno de Noboa. Este cambio de vicepresidentes interinos, en particular, ha provocado cuestionamientos sobre la estabilidad institucional y los posibles riesgos para el proceso electoral en curso.

La disputa interna: Noboa vs. Abad

El enfrentamiento entre Noboa y Abad ha sido una constante desde que asumieron la Presidencia en 2023. Las tensiones surgieron con la suspensión de Abad por parte del Ministerio de Trabajo en noviembre de 2024. Quien fue acusada de un “abandono injustificado de trabajo” tras negarse a viajar a Turquía en una misión diplomática. Esta acción fue respaldada por Noboa, pero generó fuertes críticas tanto en el Congreso como en la opinión pública.

En diciembre de 2024, un tribunal ecuatoriano revocó la suspensión y restituyó a Abad en su cargo, al considerar que se violaron sus derechos constitucionales. Sin embargo, el presidente continuó con su estrategia de alejarla de los asuntos del Ejecutivo. Designándola como consejera temporal en la Embajada de Ecuador en Turquía, lo que exacerbó aún más la fractura política entre ambos.

A pesar de la suspensión temporal y las designaciones de vicepresidentes interinos, Abad ha continuado impugnando las decisiones de Noboa, afirmando que, como vicepresidenta electa, tiene el derecho constitucional de asumir la Presidencia en su ausencia. Esta situación ha llevado a la vicepresidenta electa a recurrir a las Fuerzas Armadas para respaldar su posición. Aunque el Ejército reafirmó su compromiso con la Constitución y el gobierno de Noboa.

El Debate sobre la Licencia Presidencial

En medio de la crisis, surgió la cuestión sobre si Noboa debería solicitar una licencia presidencial para participar en la campaña electoral. El ministro de Gobierno, José de la Gasca, declaró que la licencia no es obligatoria, argumentando. Según el Código de la Democracia, solo se requiere para aquellos que buscan la reelección en un mandato completo. Dado que Noboa está completando el mandato de su predecesor, Guillermo Lasso, tras la disolución del Parlamento en 2023, no sería necesario pedir la licencia.

No obstante, Noboa decidió delegar el cargo a Gellibert, un movimiento que, según él, garantiza “transparencia, equidad y seguridad jurídica”. Esta medida busca separar las funciones oficiales de las actividades de campaña para evitar confusiones y posibles interpretaciones legales sobre el uso de recursos públicos en la contienda electoral.

Implicaciones para la Estabilidad Política en Ecuador

La medida tomada por Noboa no solo ha intensificado la disputa interna con Abad, sino que también ha generado preocupaciones sobre la estabilidad política de Ecuador. La rotación constante de vicepresidentes interinos y las diferencias dentro del Ejecutivo dejan claro que el país atraviesa por un momento de tensión política que podría afectar el desarrollo de la campaña electoral y el futuro del gobierno.

La falta de consenso en el Ejecutivo y las decisiones polémicas que involucran a figuras clave como Abad y Gellibert ponen de manifiesto las profundas fracturas dentro del oficialismo y la incertidumbre que rodea la presidencia interina.

A medida que Ecuador se adentra en un año electoral crucial, las disputas internas y la falta de claridad sobre el rol constitucional de cada figura en el Ejecutivo pueden seguir generando conflictos que afecten la gobernabilidad del país en los próximos meses.

La resolución de esta crisis política dependerá de las decisiones que tomen tanto el presidente Noboa como la Corte Constitucional, que deberá evaluar las impugnaciones presentadas por Abad y determinar la legalidad de las acciones tomadas por el Ejecutivo.

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