Pedro Restrepo Bermúdez, nacido en Antioquia, Colombia, llegó a Ecuador hace más de 50 años, sin imaginar que su vida tomaría un giro dramático que lo convertiría en un ícono de la lucha por los derechos humanos en ese país. Ingeniero mecánico de profesión, Restrepo fue reclutado por La Internacional, una fábrica textil prominente en la época, que lo llevó a establecerse en Quito el 16 de enero de 1970 junto a su esposa, Luz Elena Arismendi.
En los años siguientes, la familia creció con el nacimiento de tres hijos: Carlos Santiago en 1971, Pedro Andrés en 1974 y posteriormente María Fernanda. Los primeros 18 años en Ecuador estuvieron marcados por la estabilidad y la prosperidad. Mientras Restrepo equilibraba su tiempo entre su familia y su carrera profesional, enfocada en mantenimiento y control de calidad.
La tragedia que transformó su vida
La vida de los Restrepo cambió drásticamente en enero de 1988. Sus hijos, Carlos Santiago (17 años) y Pedro Andrés (14 años), desaparecieron en manos de agentes policiales. Este evento desgarrador marcó el inicio de una lucha incansable por la verdad y la justicia. Pues hasta la fecha no se han encontrado sus restos.
La familia enfrentó la indiferencia y la impunidad de las autoridades, lo que los llevó a tomar medidas drásticas. Pedro Restrepo y su esposa comenzaron a protestar públicamente en la Plaza Grande de Quito, frente al Palacio de Carondelet, todos los miércoles durante 19 años. Con carteles que rezaban frases como “Por nuestros niños hasta la vida” y “Con mi corazón en Yambo“, la pareja visibilizó su tragedia, desafiando el rechazo inicial por su nacionalidad y las versiones oficiales sobre el caso.
La lucha por los derechos humanos
Pedro Restrepo se convirtió en un referente de los derechos humanos en Ecuador gracias a su perseverancia y valentía. “La desaparición de un ser querido es una tragedia total, es inenarrable. Vivir con esto es muy difícil. Si no hubiera luchado, no hubiera podido vivir”, declaró en una de sus numerosas entrevistas.
La lucha de Restrepo no solo tuvo impacto en su caso particular. Sino que también contribuyó a crear conciencia sobre la importancia de los derechos humanos y la lucha contra la impunidad en Ecuador. Su determinación inspiró a muchas otras familias en situaciones similares.
La pérdida de su esposa y la continuación de su lucha
En julio de 1994, Luz Helena Arismendi falleció en un accidente de tránsito, un golpe devastador para Pedro Restrepo. Sin embargo, su compromiso con la causa lo llevó a continuar asistiendo a la Plaza Grande, manteniendo viva la memoria de sus hijos y su búsqueda de justicia.
Con el paso de los años, su salud empezó a deteriorarse. En agosto de 2024, Restrepo fue llevado a su hogar, donde pasó sus últimos meses rodeado de sus familiares y seres queridos. Finalmente, falleció el 24 de diciembre de 2024 en Quito, dejando un legado imborrable en la historia de la defensa de los derechos humanos.
Legado
La lucha de Pedro Restrepo trascendió fronteras y se convirtió en un símbolo de resistencia y esperanza para quienes enfrentan la desaparición forzada de sus seres queridos. Su ejemplo recuerda la importancia de no claudicar ante la injusticia y de trabajar incansablemente por un mundo donde los derechos humanos sean respetados y protegidos.
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