El Ministerio de Salud Pública (MSP) ha confirmado que las vacunas contra la fiebre amarilla se encuentran disponibles en el sistema público de salud ecuatoriano. Con una cobertura de inmunización superior al 95% en la población objetivo. Esta población está constituida principalmente por niños de un año de edad, quienes reciben la vacuna como parte del esquema nacional de vacunación.

Este nivel de cobertura refleja el esfuerzo sostenido del sistema sanitario por prevenir la reaparición de enfermedades endémicas. Especialmente en regiones donde el riesgo de contagio es mayor, como la Amazonía. Durante el año 2025, no se han reportado casos de fiebre amarilla en el país, lo cual evidencia la efectividad del plan de vacunación implementado.
La eficacia de una sola dosis
La vacuna contra la fiebre amarilla, según datos proporcionados por el MSP, ofrece una inmunidad del 95% a los 10 días de la aplicación y protege de por vida con una sola dosis. Esto representa una ventaja significativa tanto para la salud individual como para la salud pública. Al reducir la necesidad de refuerzos periódicos y facilitar el cumplimiento del esquema de inmunización.
En Ecuador, esta vacuna comenzó a aplicarse en la región amazónica desde el año 2000 y fue incorporada a nivel nacional en 2009. Por lo tanto, las personas nacidas desde esos años ya deben contar con esta protección. Salvo excepciones o rezagos que pueden corregirse con campañas de vacunación puntuales.
Disponibilidad en centros de salud
El Ministerio de Salud aseguró que actualmente existe un stock suficiente de dosis distribuidas en todas las provincias del país, especialmente dirigido a niños de 12 meses de edad. Además, los viajeros que tengan previsto visitar zonas de riesgo. Como la Amazonía ecuatoriana o países donde se exige el certificado de vacunación contra la fiebre amarilla, también pueden acceder gratuitamente a la vacuna en los centros de salud públicos.
La recomendación del MSP es que la vacuna sea aplicada al menos 10 días antes del viaje, para asegurar el desarrollo de una respuesta inmunitaria efectiva antes de la exposición a zonas de posible transmisión.
Casos históricos y prevención
A lo largo de los últimos 25 años, los casos de fiebre amarilla en Ecuador han sido esporádicos. En el año 2000 se reportaron dos casos, uno en 2012, tres en 2017 y uno importado desde Colombia en 2024. Esta baja incidencia se atribuye en gran parte a la implementación constante de estrategias preventivas y de vigilancia epidemiológica.
La fiebre amarilla es una enfermedad viral transmitida por mosquitos infectados, y puede afectar tanto a seres humanos como a primates. Debido a su potencial letalidad, la vacunación sigue siendo la principal herramienta de protección, especialmente para quienes se movilizan hacia zonas con brotes activos.
Una política sanitaria efectiva
La disponibilidad continua de la vacuna y la integración en el esquema de vacunación nacional reflejan una política sanitaria eficaz y proactiva. El control de enfermedades transmitidas por vectores sigue siendo una prioridad en países con ecosistemas tropicales, donde las condiciones climáticas favorecen la proliferación de mosquitos.
Por ello, las autoridades sanitarias ecuatorianas exhortan a la ciudadanía a mantener al día su cartilla de vacunación, especialmente en el caso de niños pequeños y viajeros internacionales.
Fuente: El Comercio
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