Colombia ha decidido nuevamente restringir la venta de electricidad a Ecuador, limitando la exportación a energía generada únicamente por centrales térmicas. Esta medida excluye la electricidad producida por hidroeléctricas, lo que inevitablemente encarecerá el costo del megavatio para Ecuador. La decisión ha sido tomada en respuesta a la crisis de estiaje que también afecta a Colombia. Obligando al país a priorizar el uso de su energía hidroeléctrica para consumo interno.
El gobierno de Gustavo Petro ha resuelto que solo se venderá a Ecuador el excedente de energía una vez que se haya cubierto la demanda interna de Colombia. Esta situación no es nueva; en abril de 2024, Ecuador enfrentó una restricción similar y llegó a pagar más de 60 centavos por megavatio.
Dependencia Energética y Desafíos para Ecuador
La dependencia de Ecuador de la electricidad proveniente de Colombia es significativa, especialmente en periodos de déficit de generación interna. Durante la última semana, Ecuador importó electricidad las 24 horas del día, alcanzando casi el límite de capacidad permitido por la interconexión entre ambos países. El miércoles 14 de agosto, por ejemplo, Ecuador necesitó 10.800 megavatios para satisfacer su demanda energética.
La Administración del presidente Daniel Noboa busca reducir el uso permanente de las hidroeléctricas nacionales, con el objetivo de mantener los embalses a niveles altos el mayor tiempo posible. Esto permitiría utilizar el agua más adelante, cuando el estiaje se intensifique aún más. Sin embargo, la decisión de Colombia de priorizar su consumo interno y vender solo energía térmica complica los esfuerzos de Ecuador para evitar una crisis energética.
Impacto en Colombia y Ecuador
Colombia también enfrenta desafíos propios. El país está en proceso de recuperar los niveles de sus embalses, los cuales actualmente están al 57% de su capacidad. El plan es que estos niveles aumenten en un 10% para noviembre. Lo que obliga a maximizar el uso de la energía producida por plantas térmicas. Esta estrategia busca asegurar la estabilidad del suministro eléctrico interno de Colombia, aunque a costa de limitar las exportaciones a países como Ecuador.
En Ecuador, la situación ha llevado al ministro de Energía y Minas, Antonio Goncalves, a declarar el estado de emergencia en el sector eléctrico el 15 de agosto de 2024. Esta medida fue tomada en respuesta a los primeros signos de estiaje, con el objetivo de evitar apagones y racionamientos. En abril de 2024, un estado de excepción por calamidad pública fue declarado por el presidente Daniel Noboa debido a la crisis energética que afectó al país, con cortes de electricidad que duraron hasta trece horas en algunas regiones.
Consecuencias Económicas y Futuras Medidas
Los apagones y racionamientos eléctricos en Ecuador tienen un costo económico elevado. Se estima que cada hora de racionamiento provoca pérdidas de aproximadamente 12 millones de dólares. La dependencia del país de la energía hidroeléctrica y de las importaciones de Colombia ha evidenciado la vulnerabilidad del sector eléctrico ecuatoriano.
El gobierno de Noboa enfrenta el desafío de encontrar soluciones a largo plazo para la crisis energética, incluyendo la posibilidad de diversificar las fuentes de generación de electricidad y reducir la dependencia de las importaciones. Mientras tanto, Ecuador tendrá que afrontar los efectos de la decisión de Colombia. Colombia busca maneras de mitigar el impacto en su economía y en la vida diaria de sus ciudadanos.
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