El sistema financiero cooperativo de Ecuador enfrenta un panorama desafiante en el año 2024, marcado por una serie de factores que han afectado significativamente sus operaciones y desempeño. Desde la desaceleración económica hasta la inseguridad y los desastres naturales, estas cooperativas han debido adaptarse a un entorno adverso para mantener su estabilidad y continuar ofreciendo servicios a sus socios.
Crecimiento y desaceleración económica
Édgar Peñaherrera, gerente de la Red de Integración Ecuatoriana de Cooperativas de Ahorro y Crédito (Icored), señala que las condiciones económicas actuales han impactado negativamente en el ritmo de crecimiento del sector cooperativo. Antes de la pandemia, las cooperativas mostraban tasas de crecimiento anual de entre el 17% y el 20%. Sin embargo, esta cifra ha disminuido drásticamente y ahora apenas alcanza cifras de un solo dígito.
Según datos de la Superintendencia de Economía Popular y Solidaria, los activos combinados de las 102 cooperativas más grandes de Ecuador totalizaron 24,133 millones de dólares en abril de 2024, reflejando un ligero descenso del 0,1% respecto al mes anterior pero un crecimiento del 6% en comparación con abril de 2023.
Factores que inciden en el crédito y la morosidad en el sistema financiero
El acceso al crédito se ha visto restringido principalmente por dos razones fundamentales. En primer lugar, la crisis económica global ha reducido el flujo de recursos externos hacia Ecuador, elevando las tasas de interés y aumentando la tarifa del Impuesto a la Salida de Divisas (ISD). Esta situación ha desincentivado la inversión y el endeudamiento a largo plazo.
En segundo lugar, la incertidumbre económica local ha llevado a los consumidores a ser más cautelosos con sus finanzas, prefiriendo no endeudarse o analizando cuidadosamente sus decisiones de inversión. Esto ha impactado directamente en la demanda de créditos, especialmente en sectores como el consumo, el microcrédito y la vivienda.
Evolución de la morosidad y medidas adoptadas
Uno de los indicadores críticos que ha mostrado un aumento preocupante es el índice de morosidad, que ha pasado del 6,7% al 8,7%. Esta tendencia se explica por la contracción económica generalizada, que ha limitado el crecimiento de la producción y ha estancado las ventas, afectando la capacidad de los prestatarios para cumplir con sus obligaciones financieras.
Para mitigar los riesgos asociados con la morosidad, las cooperativas han implementado políticas más estrictas de otorgamiento de créditos, priorizando la seguridad sobre el volumen de colocación. Según Peñaherrera, este enfoque conservador busca proteger la salud financiera de las cooperativas y garantizar la sostenibilidad a largo plazo.
Depósitos y liquidez en el sistema financiero cooperativo
En cuanto a los depósitos, las cooperativas han experimentado dificultades para atraer nuevos fondos debido a las altas tasas de interés y la escasa liquidez en el mercado. Aunque se registró un leve crecimiento mensual del 0,4% en los depósitos, alcanzando los 19,456 millones de dólares en abril de 2024, la mayor parte de estos depósitos se han orientado hacia plazos fijos, reflejando una preferencia por opciones de ahorro más seguras en tiempos de incertidumbre económica.
En conclusión, el sector cooperativo en Ecuador enfrenta un año desafiante, donde la adaptación a condiciones adversas y la implementación de estrategias prudentes son clave para mantener la estabilidad financiera. Con la esperanza de una mejora en las condiciones económicas y un entorno más favorable, las cooperativas continúan comprometidas en su rol de apoyo a sus socios y contribución al desarrollo económico local.
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