La política social del Municipio de Quito, liderada por el alcalde Pabel Muñoz, está orientada a mejorar las condiciones de vida de los sectores más vulnerables de la ciudad. Un ejemplo de este compromiso es la reciente inauguración de un comedor comunitario en San Bartolo, al sur de la capital, que busca aliviar las problemáticas económicas y sociales que afectan a miles de familias ecuatorianas, incluyendo niños, adultos mayores, personas en situación de movilidad humana y habitantes de calle.
Un compromiso con los más necesitados
Durante el acto de entrega del nuevo comedor, el alcalde Pabel Muñoz destacó los esfuerzos que el Municipio de Quito realiza en el ámbito social. «Se ha hecho mucho. Tenemos 91 Quito Wawas, atención a personas habitantes de calle, niños pequeños de cero a tres años, atención en unidades de salud, programas de salud mental para reducir el suicidio, el programa 60 y Piquito, bachillerato acelerado, una política de primera infancia, y mucho más», señaló el alcalde. Este comedor comunitario es parte de ese esfuerzo por transformar la vida de los sectores más desprotegidos.
Servicios integrales para la comunidad
El nuevo comedor de San Bartolo se suma a los ya inaugurados en las parroquias de Conocoto y Calderón en octubre de 2023. Estos espacios no solo ofrecen un almuerzo saludable y nutritivo diario, sino que también brindan terapia psicosocial, educación comunitaria, desarrollo de habilidades pre laborales, y derivación a servicios complementarios, como salud y educación. En total, el Municipio ha destinado USD 540 mil para el funcionamiento de estos tres comedores comunitarios.
Impacto en la vida de los usuarios
Los testimonios de los usuarios de estos comedores reflejan la importancia de este programa. Luz Lozano, una adulta mayor que asiste al comedor de Calderón, comenta: “Es una gran ayuda para nosotros, porque ya nadie nos da trabajo en la edad que tenemos. Antes, mi alimentación no era tan buena, seguía enfermando. Pero gracias a Dios, estamos aquí”. Al igual que ella, más de 1.300 personas han sido atendidas en los comedores comunitarios durante este año.
Por su parte, María Cumbajín, de 80 años, ha sido beneficiaria del comedor en San Bartolo desde su apertura el 22 de agosto de 2024. “Hay días que me falta la comida, antes comía una sola vez al día”, señaló Cumbajín, quien ahora se siente más tranquila sabiendo que tiene asegurada una alimentación adecuada.
El reto del hambre en Ecuador
Ecuador enfrenta un grave problema de desnutrición y hambre. Según la FAO, 2.7 millones de habitantes sufren hambre en el país, colocándolo entre los cinco países de América Latina con mayor prevalencia de hambre. Ante esta realidad, la política social del Municipio de Quito busca mitigar este problema, atendiendo a los sectores más afectados.
Intervención integral y resultados
Desde enero hasta agosto de 2024, se han entregado más de 33 mil raciones alimenticias en los comedores comunitarios del Municipio de Quito. Cada uno de estos espacios atiende a 100 personas diarias, brindando un servicio integral que no solo mejora la alimentación, sino también las condiciones de vida en general.
Identificación de zonas de mayor necesidad
La identificación de las zonas donde se instalan los comedores comunitarios no ha sido al azar. La Unidad Patronato Municipal San José (UPMSJ) realizó un estudio detallado para determinar las parroquias con mayores índices de vulnerabilidad social. Entre las áreas con más necesidad se encuentran Calderón, Conocoto y San Bartolo, donde la implementación de estos programas ha tenido un impacto significativo.
Un llamado a la solidaridad
Gabriel Vallejo, dirigente barrial del IESS-FUT, valoró positivamente el trabajo del Municipio de Quito, destacando que estos comedores comunitarios son una gran ayuda para sectores de escasos recursos. “Hay gente de alrededor de la parroquia de San Bartolo que está viniendo a este comedor y que tiene grandes necesidades”, afirmó Vallejo, subrayando la importancia de este tipo de iniciativas para el bienestar social.
La entrega del nuevo comedor comunitario en el sur de Quito representa un paso más en la lucha por reducir las desigualdades sociales y mejorar la calidad de vida de los más vulnerables. Con programas como este, el Municipio de Quito reafirma su compromiso con la atención integral de quienes más lo necesitan, promoviendo la inclusión social y mejorando las oportunidades de desarrollo para todos.
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